martes, 20 de enero de 2015

Curso de olivicultura impartido por un periodista intruso profesional

Escrito el título, quizás tenga poco más que aportar. Y es verdad, poco más merece añadir ante una persona así. La profesión de Ingeniero Agrónomo es lo que tiene, un día te llaman para dar cursos de olivicultura para una supuesta entidad privada, y al día siguiente utilizan tu material, experiencia y conocimientos para dar ese mismo curso como propio de esa entidad, aunque sea simplemente un periodista quien lo expropia, titular de semejante triste fenómeno. Llamarse escuela europea de cata es todo un ejercicio de puro márketing,  respetable todo hay que decirlo. Pero utilizar recursos y experiencia ajena para dar el salto al éxito es una perfecta estafa para quienes pagan más de 300 euros por escuchar y recibir un diploma de los bonitos de colgar en la pared.  Porque poco más reciben.
Señores alumnos, buen provecho ante semejante ridículo, y  que la fábula del traje del emperador no os suceda cuando salgáis a la calle pensando que habéis adquirido una formación, y lo que tenéis en realidad es una cuenta bancaria con menos dinero por enriquecer la vanidad de un periodista que un día quiso entender las plantas, y se tuvo que conformar con copiar lo que otros sabían de ellas para ganarse su pan sin méritos.
Larga vida a este país de faranduleros , asombra-boinas y profesionales del engaño.